El
poeta dijo una vez a su discípulo:
—Me
es urgente una preciosa imagen
para
mi excelsa amatista,
y
para ella escribiré
las
estrofas más largas.
Preciso que una expresión trascienda el cofre de sus manos,
que
apenas roce
sus
amaneceres.
Me
es indispensable
lo
jamás balbuceado
a
sus cabellos argentos
cuando
duermen.
Que
mi poema
eterna
vida sea
para
una musa mansa y tan sencilla.
El
discípulo le contestó:
—Escríbele
a tu amada:
“oh,
lechuga
prístina”,
por
ejemplo.
Y el poeta se iluminó.
Karelyn Buenaño.
Karelyn Buenaño.
3 comentarios:
¡Hola Karelyn! ¿Cómo estás? Es una delicia leer tus poemas. Este me ha gustado demasiado. Lo he recitado y he sentido que la sonrisa de Buda estaba tras de mí... ¡Un gran abrazo!
Hola!!!
Tiempo que no sabía de ti. Buda me ha sonreído tantas veces que casi me río antes de escribir. Un gran abrazo para ti! ¿Qué me contás?
Saludos.
¡Cónchale! Esto no me avisó que me habías respondido. Estoy bien. Insisto, leer esto es mágico. A ver si un día de estos charlamos ¿Todavía utilizas tu correo de yahoo? No tengo tu correo de gmail. El mío es: freddy.vate01@gmail.com o el antiguo (que aún vive): vate01@yahoo.com. ¡¡Saludos y que estés muy bien!!
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