En algún departamento de
poesía
-al menos uno irreverente en
el oficio-
los proveedores de almendras
sabrán llegar a la hora
celebrada
para que el resto de la
banda
muerda con buen talante los
días aciagos
los sin fruto mañanero.
Los gestores de viáticos
tendrán la humilde misión
de entregar a todo poeta en
franca huida
el dinero para el hospedaje
solitario
los besos extras para todo
lo inasible
y unas botellas de Amargo de
Angostura
contra los últimas patadas
del despecho.
Las Madonnas del equipo
recostarán sus cabellos en
julianas
como un gran toronjil
apasionado;
no cesarán de picotear
con sus latidos
la cansera amenazante sobre
el verso.
Karelyn Buenaño.
2 comentarios:
Me ha gustado mucho el tono del poema, Karelyn, gracias
Hola!
Feliz año y un saludo para ti. Gracias a ti por compartir el poema.
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